Domingo Santo: Día con el que se inicia la Semana Santa. En el Domingo de Ramos se celebra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, con todo el pueblo reconociéndolo como el Hijo de dios y alabándolo como rey con ramos, palmas y cantos o proclamas como “Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto”. En la actualidad, en la misa de este día se llevan palmas a las iglesias, para que sean bendecidas, como signo de la participación gozosa en el rito de la procesión de las palmas, expresión de la fe en Cristo, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres.
Este Domingo Santo tiene una doble connotación, por un lado el triunfo o la gloria de Cristo –aclamado como Mesías- y el sufrimiento. Es una oportunidad para proclamar a Jesús como el rey y centro de la vida, de la familia y del mundo entero, además de declararlo como un amigo al que queremos seguir, aunque en el camino haya sufrimiento o dolor.
Misa del Domingo de Ramos. La liturgia es antecedida por la procesión de las palmas y ramas de olivo o laurel. Los asistentes llevan palmas y ramos en sus manos, y cantan “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. El sacerdote entonces bendice las palmas y dirige la procesión. Luego de la procesión, se da inicio a la Misa. En esta se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.
Las palmas benditas son llevadas por los asistentes a sus hogares, colocándolas usualmente detrás de las puertas en forma de cruz. Esta acción debe recordar que Jesús es nuestro rey y que siempre se le debe dar la bienvenida en los hogares, además la palma bendita suele ir acompañada de la siguiente oración: Bendice Señor nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
Sé tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.
Origen. El pasaje bíblico de Mateo, 21; 1-11; registra el origen de esta celebración: “Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce”.
En Jerusalén desde el siglo IV, en el esplendor de su vida litúrgica, se celebraba este momento con una procesión multitudinaria. Este hecho gusto tanto en occidente, que los peregrinos hicieron de esta procesión una de las más bellas declaraciones de la semana santa.
Sugerencias para celebrar este dia:
Hacer nuestras propias palmas y llevarlas a bendecir a la Iglesia.
Este Domingo Santo tiene una doble connotación, por un lado el triunfo o la gloria de Cristo –aclamado como Mesías- y el sufrimiento. Es una oportunidad para proclamar a Jesús como el rey y centro de la vida, de la familia y del mundo entero, además de declararlo como un amigo al que queremos seguir, aunque en el camino haya sufrimiento o dolor.
Misa del Domingo de Ramos. La liturgia es antecedida por la procesión de las palmas y ramas de olivo o laurel. Los asistentes llevan palmas y ramos en sus manos, y cantan “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. El sacerdote entonces bendice las palmas y dirige la procesión. Luego de la procesión, se da inicio a la Misa. En esta se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.
Las palmas benditas son llevadas por los asistentes a sus hogares, colocándolas usualmente detrás de las puertas en forma de cruz. Esta acción debe recordar que Jesús es nuestro rey y que siempre se le debe dar la bienvenida en los hogares, además la palma bendita suele ir acompañada de la siguiente oración: Bendice Señor nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
Sé tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.
Origen. El pasaje bíblico de Mateo, 21; 1-11; registra el origen de esta celebración: “Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce”.
En Jerusalén desde el siglo IV, en el esplendor de su vida litúrgica, se celebraba este momento con una procesión multitudinaria. Este hecho gusto tanto en occidente, que los peregrinos hicieron de esta procesión una de las más bellas declaraciones de la semana santa.
Sugerencias para celebrar este dia:
Hacer nuestras propias palmas y llevarlas a bendecir a la Iglesia.
0 comentarios :
Publicar un comentario