El Viernes Santo Constituye el primer día del Triduo Pascual. Es el día de la pasión y muerte del Jesús: su prisión, interrogatorios de Herodes y Pilatos, la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. En este día se recuerda cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna.
El Viernes Santo es día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia, por tanto hay que guardar abstinencia y ayuno. Este ayuno es penitencial, celebrativo, ritual, y contemplativo del misterio de la Cruz. La comunidad ayuna en la espera de su Señor Resucitado. El ayuno tiene en la espiritualidad cristiana un gran valor: es un medio para vivir la ascesis, el autocontrol, el señorío de sí mismo, y para ver en los bienes de este mundo su carácter perecedero y pasajero.
En este día la Iglesia no celebra la Eucaristía como señal de luto. Las imágenes y crucifijos en las iglesias se cubren con una tela morada –en la liturgia de la iglesia significa luto-, el altar no lleva mantel, cruz, adornos y velas. El sagrario se encuentra abierto en señal de que Jesús no está. La imagen de la Virgen se viste de negro (luto) por la muerte de su Hijo. La Sagrada Comunión sólo se distribuye a los fieles durante la celebración de la Pasión del Señor. Sin embargo los enfermos que no puedan participar en dicha celebración pueden recibirla a cualquier hora del día. Está prohibido celebrar en este día cualquier sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos. Si se van a celebrar exequias, deben ser si canto, ni instrumentos. Aunque en El Viernes Santo se recuerda la muerte de Jesús, este no debe ser un día de llanto ni de luto, sino de una devoción amorosa y dichosa del sacrificio salvador realizado por Jesús, ya que Cristo no es un vencido sino un vencedor.
Se conmemora con un Vía Crucis y con el solemne rito de la Adoración de la Cruz, realizada después de medio día, en la que el sacerdote lee la pasión de Cristo. Se lee la Pasión según San Juan y se reza por todas las causas en una ceremonia de arrodillarse y levantarse. El Vía Crucis y otras prácticas piadosas como la visita a los monumentos y las procesiones penitenciales se realizan en la mañana del Viernes Santo.
Así mismo, se puede acudir al Sermón de las 7 Palabras, en el que se recuerdan los últimos momentos de la vida de Jesús, desde su juicio en el Sanedrín hasta que muere en la cruz luego de pronunciar su última palabra. Este acto es escenificado en muchos lugares, en él un penitente representa a Jesús con el propósito de cumplir una promesa, sufriendo en carne propia todos los castigos que a Cristo le impusieron. Este día se deben realizar ejercicios de piedad popular como el Vía Crucis, el Sermón de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, las procesiones del Viernes Santo con los "pasos" de Cristo y de su Madre que representan las diversas escenas y momentos de la Pasión; los recuerdos de los dolores de la Santísima Virgen María, entre otros.
En algunas parroquias se acostumbra que feligresas, totalmente vestidas de negro y cubiertas por un velo, rodeen la figura acostada de Jesús con flores, perfumándola y simulando la unción como preámbulo para salir en procesión por las calles, asumiendo el lugar de la Virgen luego de que Jesús es bajado de la Cruz.
Sugerencias para vivir este día
Guardar el ayuno y la abstinencia.
Rezar el Vía Crucis.
Meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz.
Participar en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción.
Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
Rezar el Credo a las tres de la tarde, como recuerdo de la crucifixión de Jesús.
Rezar el Rosario u orar en familia, en voz alta frente a la Virgen Dolorosa.
Rezar Los siete dolores en honor a la Madre Dolorosa.
Llevar flores a la Virgen para consolarla.
Citas bíblicas
El Viernes Santo es día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia, por tanto hay que guardar abstinencia y ayuno. Este ayuno es penitencial, celebrativo, ritual, y contemplativo del misterio de la Cruz. La comunidad ayuna en la espera de su Señor Resucitado. El ayuno tiene en la espiritualidad cristiana un gran valor: es un medio para vivir la ascesis, el autocontrol, el señorío de sí mismo, y para ver en los bienes de este mundo su carácter perecedero y pasajero.
En este día la Iglesia no celebra la Eucaristía como señal de luto. Las imágenes y crucifijos en las iglesias se cubren con una tela morada –en la liturgia de la iglesia significa luto-, el altar no lleva mantel, cruz, adornos y velas. El sagrario se encuentra abierto en señal de que Jesús no está. La imagen de la Virgen se viste de negro (luto) por la muerte de su Hijo. La Sagrada Comunión sólo se distribuye a los fieles durante la celebración de la Pasión del Señor. Sin embargo los enfermos que no puedan participar en dicha celebración pueden recibirla a cualquier hora del día. Está prohibido celebrar en este día cualquier sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos. Si se van a celebrar exequias, deben ser si canto, ni instrumentos. Aunque en El Viernes Santo se recuerda la muerte de Jesús, este no debe ser un día de llanto ni de luto, sino de una devoción amorosa y dichosa del sacrificio salvador realizado por Jesús, ya que Cristo no es un vencido sino un vencedor.
Se conmemora con un Vía Crucis y con el solemne rito de la Adoración de la Cruz, realizada después de medio día, en la que el sacerdote lee la pasión de Cristo. Se lee la Pasión según San Juan y se reza por todas las causas en una ceremonia de arrodillarse y levantarse. El Vía Crucis y otras prácticas piadosas como la visita a los monumentos y las procesiones penitenciales se realizan en la mañana del Viernes Santo.
Así mismo, se puede acudir al Sermón de las 7 Palabras, en el que se recuerdan los últimos momentos de la vida de Jesús, desde su juicio en el Sanedrín hasta que muere en la cruz luego de pronunciar su última palabra. Este acto es escenificado en muchos lugares, en él un penitente representa a Jesús con el propósito de cumplir una promesa, sufriendo en carne propia todos los castigos que a Cristo le impusieron. Este día se deben realizar ejercicios de piedad popular como el Vía Crucis, el Sermón de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, las procesiones del Viernes Santo con los "pasos" de Cristo y de su Madre que representan las diversas escenas y momentos de la Pasión; los recuerdos de los dolores de la Santísima Virgen María, entre otros.
En algunas parroquias se acostumbra que feligresas, totalmente vestidas de negro y cubiertas por un velo, rodeen la figura acostada de Jesús con flores, perfumándola y simulando la unción como preámbulo para salir en procesión por las calles, asumiendo el lugar de la Virgen luego de que Jesús es bajado de la Cruz.
Sugerencias para vivir este día
Guardar el ayuno y la abstinencia.
Rezar el Vía Crucis.
Meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz.
Participar en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción.
Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
Rezar el Credo a las tres de la tarde, como recuerdo de la crucifixión de Jesús.
Rezar el Rosario u orar en familia, en voz alta frente a la Virgen Dolorosa.
Rezar Los siete dolores en honor a la Madre Dolorosa.
Llevar flores a la Virgen para consolarla.
Citas bíblicas
- Is 52, 13-15; 53,12;
- Sal 30, 2.6.12-13.15-17.25;
- Heb 4,14-16;5,7-9;
- Jn 18, 1-19,42.Hacer la visita de las siete casas.
0 comentarios :
Publicar un comentario